Con esta frase,
dicha por Jesús Neira, criticaba a quienes increparon a José María Aznar en la Universidad de Oviedo. A continuación y en la misma intervención justificaba el
gesto de este.
Ayer, que se supo que probablemente Antonio Puerta saldrá en libertad provisional bajo fianza,
demostró que esas formas que el dice se han perdido, no es que estén tampoco ya entre sus virtudes.
Manifestar que siente
"asco y vergüenza" por esta decisión, o que Puerta es
"basura" y que a la basura se la mete en una bolsa y se tira, no muestra aspectos positivos de su persona. No olvidemos que se trata de alguien del que siempre se ha añadido a su nombre el calificativo profesional de "
profesor". Profesor de Teoría del Estado y Derecho Constitucional, por lo que debería conocer bastante bien el mundo judicial que ahora le provoca estos sentimientos.
Precisamente al abogado de Neira, Gomez Liaño, la decisión judicial le ha parecido "
razonable, razonada y justa, que no es poco", y no piensa recurrirla.
El colmo de las cosas es que se permita por parte del poder judicial que un sujeto, un canalla, que me ha tenido un año en el infierno de un hospital resulta que puede acabar con mi vida. Eso es vomitivo, es una repugnancia asquerosa.
Pero es que además Neira es el
Presidente del Consejo Asesor del Observatorio Regional de Violencia de Genero, por lo que debería cuidar todavía más su manera de manifestar sus opiniones, pues no se representa a el sólo.
Por lo tanto, no me gusta tampoco la memoria selectiva del Sr. Neira, ya que si bien es cierto que sin la agresión no hubiera necesitado ser hospitalizado, en coma entró
tras cuatro días hospitalizado.
EL CARGOFue Esperanza Aguirre la que
dio la noticia del nombramiento de Neira para la presidencia del Consejo Asesor cuando este estaba hospitalizado, hecho que sirvió para darle una vuelta a lo que hasta ese momento estaba ocurriendo.
Estos días dando la noticia, salvo en los informativos de la 1, en ningún otro medio de los que he podido ver, escuchar o leer, se ha recordado que el coma sufrido por el Sr. Neira fue provocado por problemas médicos que derivaron en una querella por negligencia puesta por la familia Neira contra el hospital y los médicos que le trataban.
Esta querella fue retirada cuando Esperanza Aguirre le dio el cargo.
TITULITISSiempre he pensado, y esto ha provocado algún intenso debate cuando lo he defendido, que de no haber sido el Sr. Neira profesor universitario la repercusión mediática hubiera sido mucho menor ante la defensa que hizo de la mujer que estaba siendo maltratada por su pareja.
El tratamiento que se le ha dado siempre a la noticia, en la que se antepone su profesión a su nombre debería ya por si mismo hacernos reflexionar.
Seguimos dando mayor consideración a ciertas personas en función de su puesto profesional, cuando a la postre la reacción que está teniendo no es en nada defendible y mucho menos, como he dicho porque debería demostrar algo de la formación que se le supone.
La persona y los valores propios pueden ser mejorados e influidos por la cultura de la que nos hayamos podido empapar, pero no necesariamente está relacionada con la formación técnica e intelectual que hayamos recibido. Y ese tópico debemos corregirlo.
Pero es que además en los últimos meses ha habido varios casos de personas que han intervenido también para defender a mujeres que estaban siendo agredidas y han recibido
lesiones por arma blanca al intervenir que también les han llevado al hospital y no han pasado de la noticia en el informativo del día siguiente.
TELEVISIONES¿Hubiera tenido también la misma repercusión la agresión de no haber quedado grabada por una cámara?
¿Hubiéramos sabido más allá del titular de la noticia si hubiera sido afuera del hotel en lugar de en el vestíbulo donde había cámaras?
Si nos repugna tanto la agresión, ¿por qué toleramos que se reproduzca una y otra vez hasta la extenuación?.
Estamos alcanzando el punto de considerar la violencia parte intrínseca del comportamiento en la sociedad a puro de normalizar su visualización una y otra vez en los medios.
Y ya sin hablar del pago por declaraciones de algunas televisiones a la mujer a la que Neira defendió...
¿Qué televisiones queremos? ¿Qué televisiones tenemos?.
Podemos elegir que ver, podemos elegir incluso no ver nada. La audiencia de determinados programas nos debería hacer pensar en lo que somos y queremos como sociedad.