Mientras algunos hablan de países en recuperación volviendo a considerar como índices de la recuperación los mismos que se tenían en cuenta para medir las bonanzas económicas antes del gran derrumbe del castillo de naipes financiero, los protagonistas de este festín económico que repartía dividendos y premios cortoplazistas, ya han rediseñado su currículo laboral para que las nuevas reglamentaciones que intentarán acotar esta manera de premiar no les afecte. La solución no ha sido complicada, han cambiado su "domicilio fiscal" de los grandes edificios que acogen a las empresas matrices para las que trabajan y se han empezado a acomodar en paraísos fiscales, mucho más condescendientes con "su" dinero.
¿Donde queda esa prometida regulación de los paraísos fiscales que es una de las cosas que realmente necesitamos si queremos que de verdad algo cambie?
Hace unos meses, en Documentos TV se emitió un documental titulado "Paraísos Fiscales, la gran evasión", realmente esclarecedor.
En él, Raymond Baker cifra en 72 el número de estos denominados paraísos y añade que "se estima que los paraísos fiscales albergan más de 8 billones de Euros pertenecientes a particulares y a esa cantidad hay que añadir el dinero de empresas que representa otro cuantos billones". La ONU calcula en 40.000 millones de Euros la cantidad necesaria para erradicar la pobreza en cinco años.
Sin embargo, lejos de avanzar hacia el fin de los paraísos fiscales, y lejos de conseguir el apoyo para erradicar la pobreza, en este año ha aumentado de manera alarmante el número de personas que pasan hambre en el mundo. Según cálculos de la FAO, supera ya los mil millones y a la vez la ayuda para el desarrollo de los países del denominado primer mundo, ha alcanzado mínimos históricos.
CURIOSIDADES:
Esta semana pudimos saber que en Suiza no permiten publicidad de casas de apuestas que no sean las suyas propias estatales.
Que bien nos hubiera ido si hubieran sido igual de estrictos con el secreto bancario y sólo lo hubieran aplicado a sus propias empresas estatales y a sus ciudadanos.
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