domingo, 4 de enero de 2009

OBAMA. PRIMERA DECEPCIÓN

Estos días, supongo que como muchos, he estado esperando alguna manifestación de Obama, el presidente electo de los EE.UU.


David Axelrod, colaborador del nuevo presidente, ha manifestado que "Sólo puede haber un presidente a la vez que hable por Estados Unidos en este momento y ese presidente es George Bush".


La opinión de Bush ya la hemos escuchado. Es el mismo discurso de siempre. La culpa de que Israel bombardee Gaza la tiene Hamás: "Desde que Hamás tomó el poder violentamente en verano de 2007, las condiciones de vida de los palestinos en gaza han empeorado".


No se puede objetar nada al hecho cierto de que las condiciones de vida han empeorado. ¿Pero es Hamás responsable? No deberíamos obviar que Hamás, nos guste o no, resultó vencedor de unas elecciones que se exigió desde la comunidad internacional, tras las cuales se cerró la entrada de los fondos de ayuda a Gaza así como la parte de los impuestos que recauda por delegación Israel y que debe entregar a la franja, a pesar de que se les exigió que se formara un gobierno de integración con Al Fatah, el partido de Mahmud Abbás y accedieron a ello. Tampoco deberíamos olvidar que Israel ha impedido de manera sistemática la llegada de la ayuda humanitaria, de medicinas, el traslado de enfermos graves y heridos a hospitales con mejores medios y la circulación de personas.


Este silencio de Obama, cuando en otros temas ha manifestado de manera muy clara su opinión y por donde van a ir sus políticas, incluso advirtiendo en algunos temas que se va a corregir de manera inmediata leyes puestas en marcha por Bush, puede explicarse muy bien con un refrán muy nuestro: el que calla, otorga.

Y esta idea que me viene rondando estos días, que primero se vestía de una cierta esperanza, esperando escuchar algo distinto en alguna de las intervenciones de Obama, y que después se me ha enquistado como la primera gran decepción y la muestra de que realmente tal vez no sea todo tan distinto, se ha visto hoy refrendada por el texto leído a Luis Solana en su página, "Los distintos presidentes de los EEUU han mantenido una relación muy especial con el Estado de Israel y esa relación no va a terminar con Obama. (...) El que espere otra cosa de Obama es que no se ha fijado en que Obama es norteamericano."

1 comentario:

ARMACHÍ dijo...

Estaba cantado. "La gran esperanza negra" es, queramos o no, norteamericano, y tiene que rendir cuentas a un país que siempre ha sido el bastón de apoyo de todas las miserias de Israel.
Para mi también es una decepción; auque tal vez, debamos esperar a que alcance el "trono" para poder juzgarle. Vaya por delante, que podrá cambiar muchas cosas, pero no todas;podrá dar un giro al país, pero no un canbio de sentido; podrá mover hilos...Pero no cuerdas.
Y seguramente nos tendremos que conformar...Tal vez sea el principio de una inyección de sentido común para un "EEUU" que siempre se ha creido el dueño del mundo, y con eso, ya vamos por el buen camino.