martes, 14 de octubre de 2008

ASÍ FUNCIONA WALL STREET Y EL PLAN DE LA BANCA

He encontrado este texto en la red con una parábola que explica el funcionamiento de Wall Street.

Es en la página de Alberto Montero, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga. En su página, escribe un artículo "Una foto que vale 30 mil millones", en el que explica los problemas que el ve al Plan que se ha puesto en marcha.

Yo la verdad no soy economista y pienso que la banca y lo que es peor, las Cajas, son parte responsable tanto del excesivo volumen alcanzado por la burbuja del ladrillo, como de las situaciones asfixiantes de muchas familias.

¿Hubiera alcanzado la burbuja tales dimensiones si los bancos hubieran sido rigurosos con las tasaciones que realizaban y con los requisitos de concesión de las hipotecas (el 80 % del valor como antes y no el 120 % de la tasación en algunos casos)?

Y si la situación es tan excepcional como defienden y la morosidad es algo que les preocupa sobre manera, ¿por qué no se congelan las revisiones de las hipotecas el mismo tiempo que va a durar el plan de avales mediante dinero del Tesoro? Así, de esta manera, también se aliviaría algo la situación de algunas economías domésticas y no parecería que unos ganan, pero pagar, pagamos sólo los de abajo.

Hasta finales del pasado año eran los mismos bancos los que buscaban a los promotores para ofrecerles suelo y oportunidades de negocio. La garantía única para poder hacer la operación era el propio terreno.

Cualquiera podía hacerse promotor, no había requisito ninguno. Hoy construyo con un nombre aquí y mañana con otro allá.

El problema de esta crisis en el sector inmobiliario es que va a acabar con empresas responsables que llevaban decadas manteniendo puestos de trabajo, generando actividad. y lo que es más importante, construyendo bien.

Conozco casos de promotores pequeños que se han quedado sin suelo porque no podían competir con los precios que pagaban empresas nacidas de la noche a la mañana y que han entrando reventando precios porque el mercado lo permitía y también porque el banco te financiaba toda la operación.

Ha habido oportunistas que han llegado en el momento de bonanza, han recogido beneficios y se han retirado. Y también muchos particulares han querido aprovechar la cresta de la ola, con compras y reventas rápidas.

De todas maneras, pienso que algo se tiene que hacer y desde luego si el sistema financiero cae, entonces si que caemos todos. Y no es a mi entender diferente de lo que se está haciendo en el resto de Europa. El problema, como con todo, estará en el control que se haga para que realmente el dinero que se pretende inyectar en el sistema financiero llegue al sector productivo.

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