viernes, 28 de noviembre de 2008

LABORDETA



Llega un momento, cuando has debido irte a vivir fuera, que empiezas a sentir tu tierra de manera especial. Qué te emociona oir hablar de ella y estás buscando cualquier vínculo que te permita mantenerte más unido a ella en la distancia.

Auún recuerdo la primera vez que regresé en Navidad, tras los primeros tres meses fuera, había estado nevando y al bajar del tren en la estación de aquí de Huesca, la primera bocanada de aire la sentí en cada poro de mi piel... y al llegar a la cima de Monrepós, camino de mi pueblo, al ver todo el Pirineo, nevado, majestuoso... la emoción recorriendo cada milímetro de mi cuerpo...

Por suerte, en las situaciones que cualquiera de nosotros hayamos podido tener que salir de ella, no nos han impedido regresar de manera habitual a donde siguen ancladas nuestras raices.

Esta canción de Labordeta que hoy dejo aquí me lleva cada vez hacia las cercanías de lo que quienes debieron dejar su tierra han podido sentir, sobre todo porque muchos de ellos no pudieron nunca regresar. Ahora, cerca nuestro, hay muchas personas que iniciaron ese camino, hacia nuestro país, en busca de un futuro mejor, que muchos no han encontrado, y que además no saben si alguna vez van a poder regresar.

La albada. José Antonio Labordeta.




Hoy he recordado esto porque, el pasado miércoles en Zaragoza, recibió un homenaje con motivo de la presentación de un libro sobre su figura (la portada es la imagen del principio).


Más de Labordeta:


Entrevista en La2 Noticias, el día que se despidió del congreso de los Diputados.


Un momento recordado en el Congreso.


Canto a la Libertad.

Me dicen que no quieres. De La Bullonera, con Labordeta y Carbonell.


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