No creo que andemos sobrados de profesores así en la Universidad Española. Ha anunciado que lo deja al acabar este curso. Cansado de tener que defenderse de injurias, sobre él y sobre García Lorca o Francisco Ayala, vomitadas por un "compañero" de catedra en la Universidad de Granada. Dice que no culpa a la Universidad. Pero si no se hubiera dejado ir tan lejos al "otro", quien seguiría enseñando sería el autor del siguiente poema y no quien dijce que Lorca era un fascista y utiliza su catedra como tribuna para escupir sus filias y sus fobias de manera dañina.
HABITACIONES SEPARADAS
Está solo. Para seguir camino
se muestra despegado de las cosas.
No lleva provisiones.
Cuando pasan los días
y al final de la tarde piensa en lo sucedido,
tan sólo le conmueve
ese acierto imprevisto
del que pudo vivir la propia vida
en el seguro azar de su conciencia,
así, naturalmente, sin deudas ni banderas.
Una vez dijo amor.
Se poblaron sus labios de ceniza.
Dijo también mañana
con los ojos negados al presente
y sólo tuvo sombras que apretar en la mano,
fantasmas como saldo,
un camino de nubes.
Soledad, libertad,
dos palabras que suelen apoyarse
en los hombros heridos del viajero.
De todo se hace cargo, de nada se convence.
Sus huellas tienen hoy la quemadura
de los sueños vacíos.
No quiere renunciar. Para seguir camino
acepta que la vida se refugie
en una habitación que no es la suya.
La luz se queda siempre detrás de una ventana.
Al otro lado de la puerta
suele escuchar los pasos de la noche.
Sabe que le resulta necesario
aprender a vivir en otra edad,
en otro amor,
en otro tiempo.
Tiempo de habitaciones separadas.
1 comentario:
SIN PALABRAS.
La poesía es, simplemente, desgarradora.
O, al menos, después de leer tu entrada, se entiende a la perfección los sentimientos de este hombre, agriado ya por el cansancio...
Seguro que es una lástima que deje la docencia, un sector, en el que cada vez más y por desgracia, anidan demasiados pájaros con intenciones fraudulentas.
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